El Domingo de Ramos los católicos llevan sus palmitas a bendecir al templo, conmemorando la entrada de Jesucristo en Jerusalén, dando así inicio a la Semana Santa.
Esta tradición de tejer las palmas va pasando como herencia de generación en generación. Como resultado de esto, familias completas se abocan a dar forma a las palmitas. Los pequeños replican formas sencillas que aprendieron de sus mayores.
¿Sabías que...?
En los templos recolectan las palmitas del año pasado y una vez quemadas se obtiene la ceniza que se utilizará en el Miércoles de Ceniza de la próxima Cuaresma.
En esta época Aguacatenango queda literalmente abandonado. La gran mayoría de familias salen de su pueblo llevando costales de palma, a la cual conocen como poo, y se dirigen a otros municipios. Tuxtla, San Cristóbal, Motozintla, Chicomuselo, Comalapa, Chiapa de Corzo y Comitán, entre otros, son los destinos elegidos para ir a vender sus palmitas y algunos otros productos como pumpos y tanalitos.
Cruces, copones, abanicos, armadillos, tortugas, cajas de miel, florecitas, rosarios y muchas figuras más salen de las habilidosas manos de estas personas que con destreza dan forma a la palma ante nuestros ojos. El resultado son pequeñas obras de arte que son un privilegio observarlas y adquirirlas. El Domingo de Ramos se llevan a bendecir al templo. Tan pronto como están benditas, se colocan detrás de la puerta principal de la casa para así obtener protección y bendiciones.
El Domingo de Ramos, la misa mayor con la bendición de las palmas (que todo el año se guardaba para liberarse de tempestades). Venían de todas las rancherías con sus palmas adornadas con flores de ococ, juchuch y trenzadas de forma especial; a la salida de misa se pedían pedazos de palmas que, como antes digo eran para ponérsela en el cabello cuando habían rayos.Martha Dolores Albores.