Durante poco más de una hora, se interpretaron canciones clásicas de Día de Muertos, como La calaca, La Llorona, La bruja y La Martiniana, así como otras piezas no tan conocidas pero que encajan perfectamente en el repertorio dedicado a los difuntos, como Romance del enamorado y la muerte, anónimo español del siglo XVI, Canción para mi muerte del argentino Charly García y El último blues del compositor mexicano Eduardo Palomas. También se leyeron poemas relacionados con la muerte y los muertos –algunos reflexivos, otros nada solemnes y sí divertidos–, no pudiendo faltar poemas de algunos escritores chiapanecos, como Rosario Castellanos, José Antonio Melgar y Jaime Sabines.
Esta es la cuarta ocasión que la Ofrenda poético musical de Día de Muertos se presenta en Comitán. Recital de música y poesía que durante veinte años se ha presentado en otros lugares de la república, tales como la Ciudad de México; el Valle de Teotihuacán, El Centro Cultural Bicentenario del Estado de México y Xalapa, Veracruz. El evento estuvo auspiciado por Coneculta Chiapas, a través del Museo de Arte Hermila Domínguez de Castellanos de Comitán.