El mercado municipal es sin duda el mejor lugar para oír y sentir lo que es el Comitán cotidiano, así también para oler y saborear los platillos tradicionales que ahí se venden.
Escuchar a las vendedoras ofreciendo sus productos con ese cantadito tan especial que tenemos los comitecos al hablar, ¿Va querer asté su cacahuatito, ta bien dulce, bien doradito”, “tamalitos de bola, de hoja, de dulce, de verduras, de chipilin”. Un mar de colores dentro del edificio, guineos, mangos, cilantro, quesos, chileancho, frijol en sus diversas variedades, tomates rojos y verdes, carnes, pan, vasijas de barro, canastas, panela, chilevinagre, chayotes, entre otros productos que los locatarios y las canasteras nos ofrecen.
Recorrido sonoro
Disfrutar de un rico atol de granillo o jocoatol (atol agrio) por la mañana, es una buena forma de empezar el recorrido por el mercado y saborear lo que se nos ofrece, tamales, caldos, chinculguajes, mondongo, lengua en pebre, dulces típicos y muchos otros platillos que serán del agrado de todos los paladares.
Características arquitectónicas
El mercado presenta sus esquinas ochavadas y en una de ellas se ubica el acceso principal, y que en lo alto puede leerse “Año de 1900”. La entrada consta de un arco de medio punto sobre impostas, flanqueado por un par de pilastras. La fachada por la calle central consta de siete vanos, dos de ellos de acceso y uno con arco de medio punto. La fachada por la 2ª avenida oriente sur presenta un ritmo repetido de vanos de ventana.
El partido arquitectónico original se desarrolla alrededor de un patio central, con columnas de madera de capitel moldurado que sostienen un volado de vigas y tablas sobre el cual se desplanta la cubierta, el acceso a los locales comerciales que se encuentran sobre las crujías es a través de vanos rectos.
Ruta para llegarUbicación
Bibliografía
INSTITUTO NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA. Catálogo Nacional de Monumentos Históricos de Chiapas. Volumen II. Comitán. México, D.F., 1999. ISBN: 970-18-3018-0.